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Así se controlará, la vendimia 2016 en Rioja

Los rendimientos máximos de producción de uva por hectárea, la supervisión de su complimiento, el control a través de tarjetas imantadas, el pesaje obligatorio de las uvas a la entrada en bodega y, como es lógico, las demandas de calidad en factores como la graduación alcohólica, intensidad colorante, índice de polifenoles, etcétera

La vendimia 2016 en Rioja mas controlada

El Pleno del Consejo Regulador hizo públicas el día de ayer viernes las Reglas de Campaña aprobadas para la vendimia dos mil dieciseis en Rioja, un conjunto de medidas clave en el sistema de control que garantiza la calidad y autenticidad de las uvas y vinos de la Denominación de Origen Calificada Rioja.

Aparte de fijar los rendimientos máximos de producción de uva por hectárea y inspeccionar su complimiento, se controla a través de tarjetas imantadas el pesaje obligatorio de todas y cada una de las uvas a su entrada en bodega y se determinan demandas de calidad en factores como la graduación alcohólica, intensidad colorante, índice de polifenoles, etcétera La aprobación por extenso respaldo de estas reglas se corresponde con el propósito de elevar el nivel de excelencia de los vinos de Rioja asumido por el ámbito como uno de los primordiales ejes estratégicos del modelo de denominación.

Normas

Rendimientos máximos.

Entre las medidas incluidas en las Reglas de Campaña, resalta la fijación de los rendimientos máximos de producción de uva por hectárea que, conforme con las circunstancias de esta campaña dos mil dieciseis, se ha decidido sostener en seis mil novecientos cincuenta y cinco kg. por hectárea para variedades tintas y en nueve mil seiscientos treinta kg. por hectárea para variedades blancas.

Rendimiento de transformación uva-vino.

En lo referente al desempeño de transformación uva-vino en las preparaciones, para esta campaña se ha autorizado el máximo señalado por el Pliego de Condiciones de la Denominación del setenta y dos por ciento (setenta y dos litros de vino por cada cien kg de uva).

 

Inspecciones de viñedos.

Como medidas precautorias para eludir producciones excesivas, que pueden acarrear la descalificación de la parcela, el Servicio Habilitado de Veedores del Consejo Regulador inspeccionará los viñedos a lo largo de la campaña, advirtiendo en su caso al viticultor a fin de que corrija la situación productiva de su viñedo a través de prácticas como el aclareo de racimos.

 

Rendimiento máximo amparable.

Por otro lado, en atención a las condiciones climatológicas que pudiesen incidir al final del ciclo vegetativo del viñedo, se comprenderá justificada la entrega en bodega por la parte de los viticultores de hasta setecientos quince Kg. de uva por hectárea para las variedades tintas y de novecientos noventa Kg. de uva por hectárea para las variedades blancas sobre el desempeño máximo amparable, si bien el vino elaborado con dicha uva no va a ser amparado por la D.O. y va a deber retirarse de las bodegas en el plazo máximo marcado por el Consejo.

 

Tarjeta del viticultor.

Se trata de una tarjeta imantada dotada con un chip de memoria, un instrumento clave para asegurar la eficiencia del sistema de control del Consejo a lo largo de la vendimia, puesto que deja a través de un terminal conectado al Consejo administrar el proceso de entrega de uva en las bodegas y contar con de una información continua y también inmediata de la producción y rendimientos de cada viticultor y de la preparación de cada bodega.

 

Entrada de uva en bodega.

La entrada de uva en bodega debe hacerse frente a los vigilantes del Consejo Regulador —en la pasada vendimia contrataron ciento setenta y nueve auxiliares de vendimia, aparte de quince técnicos de apoyo a las tareas inspectoras del Servicio Habilitado de Veedores—, vigilantes que controlan asimismo la calidad de la uva (únicamente se pueden dedicar para la preparación de vinos protegidos las partidas de uva sana con una graduación natural mínima de 10’5 por ciento Vol. para las uvas tintas y de diez por ciento Vol. para las uvas blancas). Estas demandas se aúnan a las de intensidad colorante mínima (tres con cinco en vinos tintos para el en caso de que la fermentación maloláctica esté efectuada), índice de polifenoles totales mínimo (treinta), etcétera, que deben superar los vinos elaborados para ser amparados. Las básculas y los refractómetros van a deber cumplir los requisitos establecidos en la Ley 32/2014 de Metrología, y contar con de la documentación que pruebe que están verificados por un organismo eficiente.

 

Comunicación al Consejo.

Las bodegas que realizan vino deben comunicarlo al Consejo con cierta antelación, señalando la data de comienzo de recogida de uvas, como los puntos o bien lugares donde esta se realice e inclusive el horario de recepción, en tanto que toda la uva debe pesarse en presencia del vigilante del Consejo. Del mismo modo, en el momento en que un viticultor entregue uvas en más de una bodega va a deber comunicar anticipadamente por escrito la data de comienzo de la entrega en la segunda bodega y consecutivas, si las hubiere, a los Servicios de Inspección del Consejo Regulador.

 

Datos de cosecha.

Una vez finalizada la vendimia, las firmas comerciales elaboradoras remiten al Consejo la relación nominal de los vendedores de uva y datos de cosecha.

 

Traslados de uvas.

Finalmente, los veedores del Consejo controlarán los traslados de uvas y observan las zonas lindantes de la Denominación, en tanto que no está tolerado introducir en las bodegas de Rioja uvas de viñedos no anotados en la Denominación.

 

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