Tête de Moine AOP: Un Queso Suizo de Tradición y Elegancia

Historia y Origen del Tête de Moine

El queso suizo Tête de Moine AOP ("Cabeza de Monje") es una joya gastronómica con más de ocho siglos de historia. Su origen se remonta al siglo XII, cuando los monjes del monasterio de Bellelay, en los Montes Jura suizos, comenzaron a elaborarlo. Inicialmente conocido como Bellelay, este queso se mencionó por primera vez en registros de 1570. Fue durante la Revolución Francesa que adoptó el nombre que lo haría famoso mundialmente.

El nombre "Tête de Moine" hace referencia a la similitud entre la forma del queso y la coronilla rapada de los monjes, quienes también lo usaban como moneda de intercambio en la región.

Características del Tête de Moine AOP

Zona de Producción

Este queso procede de la región francófona de las montañas del Jura, principalmente en los distritos de Franches-Montagnes, Moutier y Courtelary.

Elaboración y Calidad

El Tête de Moine AOP se elabora exclusivamente con leche cruda de vacas alimentadas con pastos naturales, sin conservantes ni aditivos. Cada pieza de queso lleva una etiqueta de caseína que garantiza su autenticidad y calidad.

Forma y Presentación

• Dimensiones: Cilíndrico, con un diámetro de 10 a 15 cm y una altura proporcional al 70%-100% de su diámetro.

• Peso: De 700 gramos a 2 kilos.

• Corteza: Dura y de color ocre amarillento.

• Pasta: Semi dura, de color marfil-amarillo claro, con una textura compacta.

• Maduración: Entre 2 y 34 meses, según la variedad.

Para producir una sola pieza de 700-900 gramos, se requieren entre 8 y 11 litros de leche.

La Tradición del Raspado

Una de las características más distintivas del Tête de Moine es que no se corta, sino que se raspa. Esta técnica fue iniciada por los monjes de Bellelay, quienes descubrieron que al raspar el queso, se potenciaban su aroma y sabor gracias al mayor contacto con el oxígeno.

En 1982, Nicolas Crevoisier inventó la girolle, un utensilio diseñado para facilitar el raspado y crear las icónicas "rosetas", pequeñas flores de queso que han convertido al Tête de Moine en un producto inconfundible.

Propiedades Nutricionales

El Tête de Moine AOP es un alimento altamente nutritivo y apto para celíacos, ya que no contiene gluten. Entre sus beneficios destacan:

• Proteínas: 27 g por cada 100 g.

• Calcio y Fósforo: Esencial para huesos y dientes.

• Triptófano: Un aminoácido que ayuda a combatir la ansiedad y la depresión.

• Valor Energético: 419 kcal por cada 100 g.

Maridaje y Degustación

El Tête de Moine se disfruta mejor como un aperitivo o postre. Sus rosetas se pueden combinar con:

• Vinos Blancos: Como el albariño, verdejo o el chasselas suizo.

• Tintos Jóvenes: Ideales por su ligereza y frescura.

• Frutas de Otoño: Higos, uvas y peras.

Una forma divertida de degustarlo es pasar las rosetas por pimentón dulce o acompañarlas con miel, creando una explosión de sabores.

Receta Recomendada: Crêpe de Jamón Ibérico, Higos y Tête de Moine AOP

Ingredientes (Para 6 crêpes):

• 125 g de harina de trigo sarraceno

• 250 g de leche (soja o vaca)

• 1 huevo

• Una pizca de sal

• 12 lonchas de jamón ibérico

• 6 higos frescos

• 12 rosetas de Tête de Moine AOP

• Hojas de rúcula

• 5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

• 2 cucharadas de reducción de vinagre balsámico

Preparación:

1. Mezclar la harina, leche, huevo y sal. Dejar reposar 1 hora en la nevera.

2. Cocinar los crêpes en una sartén engrasada, vertiendo medio cucharón de mezcla por vez.

3. Rellenar los crêpes con jamón, rúcula, higos y las flores de queso.

4. Aliñar con aceite de oliva y reducción de balsámico.

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Visita la Tierra del Tête de Moine AOP

Explora el origen de este queso visitando la antigua abadía de Bellelay, que alberga un museo dedicado al Tête de Moine y su historia. Además, varias queserías de la región ofrecen visitas guiadas para conocer el proceso de elaboración y, por supuesto, degustaciones.

¡Sumérgete en la tradición y sabor del Tête de Moine! Un queso que no solo se degusta, sino que también se vive con todos los sentidos.